Grupos de la sociedad civil de todo el mundo solicitaron a los gobiernos del G20 que se opongan a seguir discutiendo sobre las negociaciones de la OMC en la cumbre del G20 realizada en México en 2012

17 June, 2012
21 June, 2012

17 de junio de 2012

 Estimados representantes de los gobiernos del G20:

El motivo de la presente es solicitarles que en la próxima reunión del G20 en México se opongan a seguir discutiendo sobre una mayor liberalización del comercio  a través de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y sus negociaciones. 

En primer lugar, las negociaciones de la OMC no deberían formar parte del orden del día del G20, ya que el G20 no representa a la totalidad de los miembros de la OMC (155 miembros). Los esfuerzos que el G20 ha hecho en el pasado reciente para llegar a un consenso en torno a una nueva agenda para la OMC, tales como la reunión de Ministros de Comercio del G20 que se realizó el 19 y 20 de abril, terminaron en grandes discrepancias incluso entre los miembros del G20, como manifestaron India, Brasil, Sudáfrica y otros miembros del G20 en la reunión del Consejo General de la OMC el 1 y 2 de mayo. Además, durante esa misma sesión del Consejo General, muchos miembros de la OMC que no estuvieron presentes en la reunión del G20 expresaron un descontento similar frente a la inclusión de la OMC en el orden del día del G20.  El G20 no tiene legitimidad para decidir sobre el futuro de la gobernanza del comercio internacional –sólo un espacio que incluya a todos sus miembros, sin importar su poderío económico, puede tomar decisiones de manera legítima sobre temas importantes relativos al futuro de las negociaciones de la OMC.

En segundo lugar, las negociaciones de la OMC no deberían figurar en el orden del día del G20 ya que las propuestas impulsadas por el G20, como la de una “nueva narrativa del comercio” organizado en torno a las cadenas mundiales de abastecimiento, han demostrado hasta ahora no ser más que un claro intento de usar ese foro para multilateralizar una agenda en la OMC que favorece decididamente los intereses de los países desarrollados, especialmente los de poderosas empresas cuyas casas matrices están en países desarrollados, en lugar que los intereses de un desarrollo sustentable e inclusivo. Cualesquier negociaciones en la OMC deberían más bien  enfocarse urgentemente en modificar las normas existentes para proporcionarles a los gobiernos más herramientas políticas con las cuales abordar las crisis alimentaria, financiera y de empleo. La sociedad civil a nivel mundial propuso una agenda positiva, la Vuelta a la OMC: Alimentos, Trabajo y Desarrollo Sustentable en Primer Lugar, que detalla los diversos cambios específicos a las políticas agrícolas, arancelarias y de reglamentación de servicios, entre otras, que deberían constituir el núcleo de la agenda de las negociaciones multilaterales futuras sobre comercio.

En tercer lugar, cualquier discusión que se dé en el seno del G20 sobre temas comerciales debe dejar de lado el monitoreo del supuesto "proteccionismo", ya que ese monitoreo sirve demasiado a menudo como fachada para criticar el espacio político que utilizan los países en desarrollo para lidiar con las crisis mundiales. En lugar, deberían enfocarse en cómo el G20 puede garantizar de mejor manera que una recuperación económica mundial garantice prosperidad para todos, inclusive a través de políticas comerciales y de inversión que den prioridad a la generación de empleos dignos, seguridad alimentaria y estabilidad financiera mundial, en lugar de poner la mira únicamente en incrementar los flujos comerciales y de inversión.

En cuarto lugar, ya que a las organizaciones de gobernanza económica que favorecen los intereses de los países desarrollados, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial se les ofrecen amplias oportunidades de participación en el G20, demandamos que se le dé un papel más importante a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) en las reuniones futuras del G20. Un papel mayor de la UNCTAD dentro de los espacios económicos mundiales como el G20 sería un primer paso importante para garantizar que se les preste más atención a las necesidades de los pueblos que a los intereses de la elite mundial.

Juntos, a través de la red mundial Nuestro Mundo No Está en Venta (OWINFS), reclamamos que haya un diálogo internacional entre los gobiernos, inclusive a través del G20, que promueva una agenda positiva, de interés público, para el desarrollo sustentable, la generación de empleos, una verdadera seguridad alimentaria y la estabilidad financiera a nivel mundial. 

 

Firman,

 

Agribusiness Action Initiatives – Asia/Pacific

Alliance of Progressive Labor (APL), Philippines

Alternative Information & Development Centre – South Africa

Asian Peasant Coalition (APC) - Bangladesh, India, Indonesia, Malaysia, Mongolia, Nepal, Pakistan, Philippines, and Sri Lanka

Australian Fair Trade and Investment Network (AFTINET)

Bharat Krishak Samaj (BKS) – India

Bia´lii, Asesoría e Investigación, A.C – Mexico

Citizens Trade Campaign – United States

Comisión Nacional de Enlace – Costa Rica

Confederation of Labor and Allied Social Services (CLASS) – Philippines

Council of Canadians

Fairwatch – Italy

Foro Ciudadano de Participación por la Justicia y los Derechos Humanos (FOCO) – Argentina

IDEALS, Philippines

Indonesia for Global Justice

National Association of Nigerian Traders (NANTS)

Norwegian Trade Campaign

RedeBrasileiraPelaIntegração dos Povos (REBRIP), Brazil

Rural Urban Peoples' Linkages – RUPeL Philippines

Polaris Institute – Canada

Public Citizen – United States

Southern and Eastern African Trade Information and Negotiations Institute (SEATINI)

WEED - World Economy, Ecology & Development Association – Germany

Worldview – The Gambia