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IU llama a la defensa de la educación pública frente al TiSA
IU llama a la defensa de la educación pública frente al TiSA IU llama a todas las organizaciones comprometidas con la defensa de la educación pública y la democracia a movilizarse para asegurar que el Estado cumpla su responsabilidad como garantes del derecho a la educación impidiendo que acuerdos como el TISA hipotequen en secreto el futuro de la población y su derecho a la educación.
El Área Federal de Educación de IU denuncia el Acuerdo Internacional de Comercio de Servicios (TISA por sus siglas en inglés) como un nuevo intento de avanzaren la “liberalización” (privatización) de los servicios públicos y en la mercantilización global del acceso a derechos básicos, entre ellos la educación. La educación es un derecho básico, que debe ser garantizado por los Estados, y no es ni puede ser concebida como un producto de venta y compra para el enriquecimiento de unos pocos.
Las multinacionales, sobre todo estadounidenses y europeas, están negociando acuerdos comerciales en secreto como el TTIP y el TPPA que amenazan la democracia y ponen en peligro los derechos fundamentales de la ciudadanía. A estos tratados se añade el Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TiSA) impulsado por un grupo de países autodenominados “Los buenos amigos de los servicios”, cuyo núcleo central integran Estados Unidos, la Unión Europea, Japón, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Suiza y Corea del Sur.
Para comprender el origen del TISA hay que remontarse a 2001, cuando la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC) pretendía acabar con todas las barreras y limitaciones para el comercio mundial. Tras el fracaso de las negociaciones y tras el fracaso del Tratado de Libre Comercio para las Américas (ALCA), las grandes potencias se lanzaron a firmar acuerdos bilaterales y multilaterales para avanzar en la liberalización del comercio. Este acuerdo tiene un padrino y es el lobby de los servicios financieros en los Estados Unidos. Dado el estancamiento de la ronda de Doha, los países autodenominados ‘los mejores amigos de los servicios’, se propusieron abrir todos los servicios públicos posibles al mercado convirtiéndolos en negocios lucrativos.
Los servicios públicos tratan de satisfacer las necesidades sociales básicas de una manera asequible, universal y sobre una base no lucrativa. Estos acuerdos comerciales, por el contrario, promueven deliberadamente la comercialización y redefinen los servicios y derechos en función de su potencial para producir beneficios. A su vez, intervienen o bloquean las reglamentaciones de los Estados para ordenar estos servicios, con el fin de anteponer los intereses de los inversores y proveedores extranjeros de servicios por delante de los intereses de la ciudadanía.
El TiSA aprovecha la labor previa de la OMC y de los acuerdos bilaterales de comercio e inversión para impulsar más la privatización y la desregulación de servicios esenciales como la educación y hacer que resulte imposible para los gobiernos revertir las privatizaciones y restaurar estos servicios al control público, incluso aunque las empresas privadas fracasen.
IU rechaza la pretensión de incluir la educación en cualquier tipo de acuerdo comercial. Estos acuerdos representan una grave amenaza para la soberanía de las naciones, limitando drásticamente la capacidad de los Estados para regular la política económica y social en función de objetivos ligados al bienestar y los derechos sociales de la población.
En particular, la incorporación de la educación en el conjunto de los “servicios comercializables” en el marco de acuerdos como TISA, supondría someter el desarrollo de los sistemas educativos nacionales a la lógica del lucro, alentando la privatización y la introducción de criterios mercantiles allí donde el principio rector debería ser la planificación de política pública en función de dar satisfacción al derecho a la educación, así como de asegurar que la producción y distribución del conocimiento contribuyan a la construcción de sociedades más justas.
La obligación que impondría TISA, de brindar igual trato a “proveedores” públicos y privados, nacionales o extranjeros, constituye un abandono inaceptable de la responsabilidad que cabe a los Estados por asegurar igualdad de oportunidades y condiciones educativas. Esta restricción de la competencia de los Estados implica, también, una pérdida de soberanía educativa, que reforzaría las relaciones de dependencia política, económica y cultural.
Denunciamos y rechazamos, además, el secreto que rodea a las negociaciones iniciadas en el año 2012. Wikileaks fue quien filtró un documento sobre la negociación de este acuerdo que confirmaba la intención de entregar los servicios públicos a las grandes empresas. La decisión de impedir la participación ciudadana en el debate de estas cuestiones constituye quizás la mejor prueba de que nada bueno puede esperar de TISA la población.
Por eso el Área Federal de Educación de IU llama a crear o participar en plataformas, a difundir información para que la población conozca sus consecuencias, a recoger firmas y colaborar en actos contra estos tratados para conseguir que nunca se lleguen a firmar.
Madrid, 23 de julio de 2015